martes, 1 de marzo de 2011

QUE TE DOY PARA ALEJARTE...alerta padres.....

Este es un tema que causará polémica porque cada padre de familia piensa de manera diferente de cómo educar a sus hijos, pero la idea es utilizar todos esos “beneficios” para que se vuelvan hacia nosotros como padres de familia y que podamos disfrutar y enseñar a nuestros hijos el verdadero valor de lo material y que aprendan para que se utilizan logrando unirnos mas y no perder ese calor de familia.
Me quiero referir a que como padres de familia siempre estamos prestos a dar a nuestros hijos, según su etapa en la vida, lo mejor que podamos… y muchas veces decimos quiero darles lo que yo no tuve, y eso está perfecto porque lo pensamos (espero) desde muy dentro de nuestro corazón pero en ocasiones no vemos mas allá  las posibles consecuencias que esto puede traer a futuro.
Cuando nuestros hijos están en una edad en la que demandan lo material es cuando como padres debemos de combinarlo con lo ESPIRITUAL refiriéndome a que todo lo que les proveemos tenga un sentido positivo en sus vidas. Por ejemplo cuando nos piden dinero para salir, pues razonar el monto, preguntar el  “para qué” y no solamente meter la mano en la cartera y entregar una cantidad que no pensamos si es el adecuado para el evento solicitado, ¿qué lección podemos dar sobre esto a nuestros hijos? Pues una sería el que no se necesita “x” cantidad para lo que lo quieren,  que aprendan a hacer buen uso, que entiendan el valor del dinero  y  no despilfarrar.
Que pasa también con los permisos, pues estos  deben ser racionalizados con ellos en lo referente a las horas de regreso, lugar adonde estarán, compañía etc. ¿para qué? pues simplemente para darnos cuenta y ellos también, si el lugar  que irán, la compañía  etc. son las adecuadas acorde a su edad y su madurez, esto aplica aunque nuestros hijos pensemos que ya son mayores, que se pueden defender solos.
A nuestros hijos les debemos de enseñar muy bien el valor del dinero, lo que cuesta obtenerlo y lo fácil que es perderlo, todo a través de la enseñanza de los principios morales que regirán sus vidas y poder dejarles un legado de conocimiento para ser hombres y mujeres de bien en este mundo.
Debemos darles lo necesario para acercarlos a nosotros y no alejarlos en la abundancia.    

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